Los sustratos son tierras específicas para la plantación, mientras que el mantillo y otras enmiendas del suelo, que proceden de la descomposición de materia orgánica, le dan a la planta los nutrientes que necesita. Usar un sustrato de calidad y adecuado a la especie de la planta es muy importante para el correcto desarrollo de sus raíces y, como consecuencia, de la planta en general.